lunes, 19 de noviembre de 2012

La goma

¿Será que estoy sucia? ¿Que estoy partida de manera irregular? Ser goma de borrar en un medio sin lápices es algo difícil. Aún guardo en mí las pequeñas partículas del grafito del último que estuvo por aquí. ¿Qué harían los lápices sin nosotras? Dichosos los que tienen una en el extremo. Tienen la capacidad innata de hacer desaparecer aquellos trazos erróneos, aquellas fallas de quien lo guía. Sin embargo, en cualquier momento terminará por gastarse, no importa cuántas mordidas de dé el Guía en su protección metálica, sus restos terminarán en el suelo, apartados por un soplo definitivo. Entonces entro yo. Manchada. Partida. Fricción sobre el papel, el efecto magnético, me cubro de esas fallas, lo que no valió la pena preservar. Si me quiebras, verás que sigo siendo blanca. Ahora salgo, me aparto del fondo de esa maleta que me acoge. Apartemos de la vista todo lo indigno. Una vez más.

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